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lunes, 10 de junio de 2013

Relajación

¡Hola a todos!
Ya ha pasado un tiempo y no he escrito nada, porque he estado de exámenes. Ahora toca volver al Yoga, tanto en el gimnasio Torcal donde comenzamos las clases el día 17, como en la ONCE, donde empiezo mañana mismo con un grupo de discapacitados visuales.

Para prepararme la relajación he estado consultando internet y realmente es difícil encontrar lo que busco, por ello me he preguntado ¿qué mejor relajación que la que escriba yo misma? y más aún si puedo compartirla con los lectores de mi blog.

Para empezar hay que colocarse cómodamente, a ser posible tumbado. Nos concentramos primero en la respiración, ha de ser lenta, calmada, y lo más profunda posible. Es decir, con cada inhalación el aire llena nuestros pulmones e infla el estómago y con cada exhalación el estómago se contrae levemente y el aire sale por la nariz.


Después prestamos atención al dedo gordo de la mano derecha, y pasamos despacio por los demás dedos, dedo índice, dedo corazón, dedo anular y dedo meñique. Subimos por nuestro brazo derecho pasando por la muñeca, el antebrazo, el codo y el bíceps. Llegamos al hombro, el homóplato y comenzamos a bajar por la parte derecha de nuestro cuerpo: el pecho, el estómago, la cadera... Hasta llegar a la pierna derecha. Comenzamos a descender por el muslo, la rodilla, los gemelos, y nos paramos en el tobillo. Bajamos hasta el talón, pasamos por la planta del pie hasta llegar a los dedos de los pies. Relajamos los dedos de los pies uno a uno y subimos por el empeine del pie hasta llegar de nuevo al tobillo. Ya hemos relajado la parte derecha de nuestro cuerpo.

Relajamos la parte izquierda del mismo modo, pasando nuestra atención y visualizando interiormente las distintas partes de nuestro cuerpo en el siguiente orden: mano, brazo, dorso, pierna y pie. No es importante estar demasiado atentos a las partes sino lograr ir relajando el cuerpo y la respiración.

A continuación se presta atención a la columna vertebral, desde las lumbares se va ascendiendo lentamente, relajando vértebra a vértebra. Así llegamos hasta el cuello, punto donde la mayoría de la gente acumula la tensión. Se va subiendo por las cervicales hasta llegar al cuero cabelludo. Se sube hasta la frente y se presta atención sobre todo al entrecejo, otro punto donde la tensión se hace visible. Bajamos por la cara, relajamos los pómulos y la mandíbula.

Ya tenemos todo el cuerpo relajado, la respiración es cada vez más suave, más tranquila y más profunda.

Por último prestamos atención a nuestra mente, intentamos dejarla en blanco. Para ello nos imaginamos un folio en blanco, una pantalla en blanco. Es algo difícil de conseguir, pero merece la pena. Si los pensamientos acuden a nuestra mente los ignoramos y volvemos a esforzarnos en nuestra "mente en blanco". 



Tras esta sencilla práctica habremos conseguido relajar el cuerpo, la respiración y con un poco de práctica, la mente. Esto nos aporta numerosos beneficios, por un lado, desde el punto de vista físico, libera el cuerpo de tensiones, aliviando contracturas, ya que el estrés diario empeora ese tipo de lesiones. Por otra parte, desde el punto de vista psicológico, nos ayuda a olvidarnos de las preocupaciones y tormentos mentales a los que nosotros mismos nos sometemos diariamente. Así obtendremos un cuerpo más relajado, con menos dolores y una mente sin preocupaciones, capaz de disfrutar de las cosas buenas del día a día.    

Os animo a todos a comprobarlo! Ánimo!! :)

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