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lunes, 10 de junio de 2013

Visualización

Según la Wikipedia:
  • La visualización creativa es una técnica psicológica para alcanzar una condición emocional deseada a través de imaginar una imagen concreta. Por ejemplo, algunos deportistas se estimulan imaginando la ejecución perfecta de sus movimientos, y empleados estresados se relajan imaginando una escena tranquilizadora.
Es decir, es usar la mente y la imaginación para transportarnos a otro lugar o momento, a través de lo cual conseguimos múltiples beneficios. Por una parte si estamos concentrados en visualizar dejamos de pensar en lo demás, por lo que durante un rato no pensamos en problemas ni inquietudes. Por otra parte, el cuerpo suele relajarse y alcanzar un estado en el que los músculos consiguen soltar la tensión (como también sucede con la relajación). 

Y por último, estas visualizaciones se usan para pensar en algo agradable, positivo o imaginarnos nuestras metas, esto lleva a pensar en positivo, lo que con la práctica nos vuelve más optimistas en el día a día. Incluso, hay muchos estudios que afirmar que visualizar lo que se desea ayuda a conseguirlo, ya que nos vemos más capaces y nos acercamos a ese deseo a través de la visualización. Así es muy probable que acabemos consiguiendo nuestros deseos visualizados.  




Y como las cosas de demuestran con hechos, aquí os dejo una visualización, escrita especialmente para mi grupo de la ONCE, que podeís usar para practicar. ¡Espero que os guste!

     Nos imaginamos que estamos en medio de la naturaleza, concretamente en un prado. Estamos descalzos. Lentamente empezamos a caminar. Notamos en nuestros pies la tierna hierba, no es muy alta, es suave y nos hace cosquillas en la planta de los pies. Continuamos caminando, sin prisa, disfrutando de un agradable paseo.

Ahora empezamos a apreciar los olores, huele a hierba, a naturaleza, a flores de primavera. Una suave brisa nos roza la cara y nos trae los precisos olores. Esa brisa nos acaricia la piel. 

Continuamos nuestro paseo, comprobamos que hace un día estupendo, unos rayos de sol nos calientan el rostro que junto con la suave brisa hacen que la temperatura sea idónea.

Poco a poco hemos avanzado y nos encontramos ahora en un bosque. Nos paramos a admirar más de cerca nuestro entorno. Hay un árbol en medio del camino, nos acercamos a él y acariciamos su tronco. El tacto nos confirma que es muy viejo, rugoso, pero lleno de vida aún. Este árbol nos hace recapacitar, si ha conseguido vivir tanto tiempo allí en medio del camino, nosotros somos capaces también de conseguir cualquier cosa.

Por ello, ahora cada uno va a pedirle a ese árbol que le ayude a conseguir su meta. Todos pensamos en un meta, no tienen que ser grandes cosas, sino una sólo y que nos quede clara. Nos vemos siendo capaces de todo y cuando nos sintamos desolados pensaremos en e árbol viejo y él nos ayudará.

Una vez pensada nuestra meta, continuamos nuestro camino por el bosque. Del tronco de otros árboles más jóvenes nacen flores y hojas que nos paramos a acariciar. Las flores son de una suavidad exquisita y las hojas aún están mojadas por el rocío de la noche anterior.

De repente oímos un ruido, es un niño que está sólo en medio del bosque y se ha perdido. Lo tranquilizamos y decidimos compartir nuestro paseo con el niño. El niño nos cuenta sus inquietudes y nosotros como adultos lo vamos tranquilizando y guiando por el camino. A veces nos paramos a oler el perfume de una flor, a oír el canto lejano de un pájaro, porque lo importante no es llegar al final sino ir disfrutando de cada detalle del camino.    



Pues bien, quizás no haga falta decir que el paseo por el bosque es nuestra vida, que hay que vivirla despacio y disfrutando de cada momento. El niño que nos acompaña son nuestros miedos, nuestras inquietudes, a las que hay que calmar y llevar de la mano lo mejor que se pueda. Pero lo que de verdad importa es la meta que nos hemos marcado junto al árbol viejo. Esas metas por las que luchamos y en lasque hay que creer nos hacen capaces de todo.


NO HAY NADA IMPOSIBLE, SÓLO HAY QUE INTENTARLO  



Relajación

¡Hola a todos!
Ya ha pasado un tiempo y no he escrito nada, porque he estado de exámenes. Ahora toca volver al Yoga, tanto en el gimnasio Torcal donde comenzamos las clases el día 17, como en la ONCE, donde empiezo mañana mismo con un grupo de discapacitados visuales.

Para prepararme la relajación he estado consultando internet y realmente es difícil encontrar lo que busco, por ello me he preguntado ¿qué mejor relajación que la que escriba yo misma? y más aún si puedo compartirla con los lectores de mi blog.

Para empezar hay que colocarse cómodamente, a ser posible tumbado. Nos concentramos primero en la respiración, ha de ser lenta, calmada, y lo más profunda posible. Es decir, con cada inhalación el aire llena nuestros pulmones e infla el estómago y con cada exhalación el estómago se contrae levemente y el aire sale por la nariz.


Después prestamos atención al dedo gordo de la mano derecha, y pasamos despacio por los demás dedos, dedo índice, dedo corazón, dedo anular y dedo meñique. Subimos por nuestro brazo derecho pasando por la muñeca, el antebrazo, el codo y el bíceps. Llegamos al hombro, el homóplato y comenzamos a bajar por la parte derecha de nuestro cuerpo: el pecho, el estómago, la cadera... Hasta llegar a la pierna derecha. Comenzamos a descender por el muslo, la rodilla, los gemelos, y nos paramos en el tobillo. Bajamos hasta el talón, pasamos por la planta del pie hasta llegar a los dedos de los pies. Relajamos los dedos de los pies uno a uno y subimos por el empeine del pie hasta llegar de nuevo al tobillo. Ya hemos relajado la parte derecha de nuestro cuerpo.

Relajamos la parte izquierda del mismo modo, pasando nuestra atención y visualizando interiormente las distintas partes de nuestro cuerpo en el siguiente orden: mano, brazo, dorso, pierna y pie. No es importante estar demasiado atentos a las partes sino lograr ir relajando el cuerpo y la respiración.

A continuación se presta atención a la columna vertebral, desde las lumbares se va ascendiendo lentamente, relajando vértebra a vértebra. Así llegamos hasta el cuello, punto donde la mayoría de la gente acumula la tensión. Se va subiendo por las cervicales hasta llegar al cuero cabelludo. Se sube hasta la frente y se presta atención sobre todo al entrecejo, otro punto donde la tensión se hace visible. Bajamos por la cara, relajamos los pómulos y la mandíbula.

Ya tenemos todo el cuerpo relajado, la respiración es cada vez más suave, más tranquila y más profunda.

Por último prestamos atención a nuestra mente, intentamos dejarla en blanco. Para ello nos imaginamos un folio en blanco, una pantalla en blanco. Es algo difícil de conseguir, pero merece la pena. Si los pensamientos acuden a nuestra mente los ignoramos y volvemos a esforzarnos en nuestra "mente en blanco". 



Tras esta sencilla práctica habremos conseguido relajar el cuerpo, la respiración y con un poco de práctica, la mente. Esto nos aporta numerosos beneficios, por un lado, desde el punto de vista físico, libera el cuerpo de tensiones, aliviando contracturas, ya que el estrés diario empeora ese tipo de lesiones. Por otra parte, desde el punto de vista psicológico, nos ayuda a olvidarnos de las preocupaciones y tormentos mentales a los que nosotros mismos nos sometemos diariamente. Así obtendremos un cuerpo más relajado, con menos dolores y una mente sin preocupaciones, capaz de disfrutar de las cosas buenas del día a día.    

Os animo a todos a comprobarlo! Ánimo!! :)